¿Qué queremos educar en nuestros niños?

Probablemente todos los padres aseguramos que queremos que nuestro hijo sea feliz, pero la felicidad es un estado emocional dependiente de muchos factores uno de ellos, tal vez de los más destacados, tiene que ver con nuestra pertenencia al entorno social, la autoimagen (construida a partir de lo que recibimos del entorno), la capacidad de poder aceptar y ser aceptado socialmente.

Si queremos que nuestros niños sean adultos felices, aporte para la sociedad y con una alta y justa imagen de sí mismo, es nuestra labor de padres educarlos para eso.

Los padres son los adultos responsables de los niños y debemos tomar las decisiones que son buenas para ellos, las que no necesariamente, son las que más le gustan.

La crianza no es fácil, uno da pasos en falso muchas veces y la mayoría de las veces obedece a la intuición o a la propia experiencia (o en infinidad de casos a intentar marcar la diferencia entre nuestros padres y nosotros).

Partiendo de la base que cada padre hace por sus hijos lo mejor, con la mejor intención dentro de sus capacidades, es que quisiéramos detenernos en algunos aspectos para reflexionar:

• Cada vez que “le hacemos todo” estamos invalidándolo y diciéndole (con mensaje no verbal) que son incapaces y que no creemos en ellos. El resultado de esto es una mala auto imagen.
• Cada vez que decimos no y, frente al llanto del niño cedemos, estamos enseñándole que llorando se logran las cosa, creerá que esa es la forma de lograr lo que quiere.
• Cada vez que negociamos todo sus “deberes”: “si te vas a acostar yo te voy a llevar mañana…” o “si te comes la comida te compro….” o “ si te pones el chaleco te regalo…” , le estamos enseñando que podemos manejar y hacer lo que queramos y siempre sacar un beneficio de todo. Esto los llevará a hacer sólo lo que les gusta y no necesariamente lo que es bueno para ellos.
• Cada vez que dejamos pasar una agresión, una falta cualquiera que sea, sin mostrarles y hacerles ver el error, estamos evitando que se hagan cargo de sus actos. Esto no permite que se hagan responsable de sus acciones y hace que siempre culpen a otro.

ELEMENTOS FUNDAMENTALES AL EDUCAR

SER CONSTANTE: no se puede educar de un día para otro, es una tarea diaria, sin descanso, para toda la vida,  hay que ser metódico e insistir.

SER COHERENTE Y CONSISTENTE: Cuando decimos Si es Si y el No es No. El doble discurso entre los adultos responsables o la reacción diferente en distintas situaciones crea en los niños una confusión peor que cualquier estilo de crianza extremo (está comprobado que es peor para un niño no saber a qué atenerse que tener padres muy permisivos o muy autoritarios)

SER EQUILIBRADO y MESURADO:  los niños deben asumir las consecuencias de sus actos de manera proporcional a su edad y etapa de desarrollo: si desordeno: debo ordenar porque si no lo hago no encuentro nada, si no almuerzo: me quedo con hambre y no puedo comer otra cosa, si le pego a alguien: debo reparar el error. No sirve de nada exagerar y amenazar con castigos incumplibles: “si no te vistes rápido te vas a quedar solo” porque no podrás hacerlo y perderás credibilidad. Además, junto con la consecuencia debe existir la posibilidad de mejorar (borrón y cuenta nueva).

SER EJEMPLO: el lenguaje no verbal es más potente cuando estamos educando que lo que decimos, debemos estar conscientes que somos un ejemplo 24/7 de los niños, no podemos pedirle que tolere de manera adecuada las frustraciones o que comparta con sus pares si nos desbordamos emocionalmente cuando algo sucede, tocamos la bocina sin piedad si alguien se equivocó o culpamos a medio mundo porque no encontramos las llaves del auto. Ser de una línea y educar con el ejemplo es la única manera de hacerlo.

Marcela Valdivia Carretero
Educadora Párvulos PUC
Magister en Educación
Investigadora área Familia y Relaciones Humanas
Ex profesora Facultad educación PUC
Directora Jardín Infantil Andalué